Cuida tus pies y pídeles fuerza segura

Ir a la zapatería se convierte en un placer. Elegir una buena piel que vaya acariciando tus pies mientras caminas casi no tiene precio. Además literal, porque vaya como sube el precio del buen calzado ehh! Pero ahí, en la tienda, al elegir, lo tenemos claro: hace falta que los zapatos sean adecuados, buenos, que dejen transpirar, que nos hagan un caminar cómodo y estilizado. Y lo pagamos.

¿Eso mismo te lo planteas cuando vas a una clase de ciclo? ¿Llevas el calzado adecuado? ¿Las calas?  Llevarlas es algo básico porque ayudan a una correcta distribución de la fuerza que están haciendo tus músculos durante la clase. La base de las zapatillas es rígida, lo que implica un mejor aprovechamiento del trabajo que está realizando el conjunto de la pierna. Equilibra, mejora y aumenta el rendimiento del ejercicio.

Las calas se hacen básicas en el entrenamiento cuando has hecho una sola clase con ellas. Las pruebas y no puedes vivir sin ellas. Son un flechazo. Amor casi a primera vista....o a primera puesta. Porque eres capaz de notar  inmediatamente la diferencia respesto a unas deportivas que no sean específicas. Con las calas podrás adquirir más velocidad en los tramos rápidos y poner más fuerza sobre el pedal en los momentos más duros.

Y no olvides revisarlas. Una vez al mes.